LA IMPORTANCIA DEL CONTROL MÉDICO EN LA TERCERA EDAD
Muchas veces el adulto mayor que no ha tenido enfermedades a lo largo de su vida supone estar sano y cree que no es necesario controlarse periódicamente con un médico. Al llegar a una edad avanzada estas visitas deben aumentar su periodicidad, ya que el sistema inmunológico de un adulto mayor es más débil y este es más proclive a contraer determinadas enfermedades o sufrir algunas insuficiencias en su organismo.
Estudios científicos demuestran que la calidad de vida del adulto mayor mejora cuando estos se someten a controles médicos periódicos. De esta manera es posible controlar las posibles enfermedades o dolencias, así como aconsejarlos para que puedan realizar determinadas actividades físicas o sigan algún tipo específico de dieta que permita mejorar su día a día.
Además, no solamente se realiza una evaluación física y orgánica del adulto mayor, sino que se hace un estudio a nivel psicológico y social, para asegurarse de que la salud mental también esté en buen estado, siendo tan importante como la salud física.
En ese sentido es importante cuidar la memoria del anciano y asegurarse de que éste tenga suficiente actividad intelectual. Un buen estado mental favorece a mantener un buen estado físico y por lo tanto anímico, lo que lleva a una mejor calidad de vida y por lo tanto a vivir más años.
Todos llegamos a la edad de los "nunca"
Es necesario que el adulto mayor acepte que tarde o temprano se va a enfrentar a determinadas dolencias, males o insuficiencias características de la edad y es bueno estar controlado por un profesional para saber de antemano cómo actuar en cada caso.
Entre las consultas más comunes a los médicos se encuentran aquellas relacionadas con:
· Los trastornos de sueño (insomnio, apnea, etc.),
· La incontinencia, en especial la urinaria;
· La inmovilidad
· Los trastornos de equilibrio y mareo (y las caídas),
· Trastornos de ánimo y cognitivos, etc.
· Aislamiento
· Automedicación
No hay comentarios:
Publicar un comentario